El primer paso es cocinar el arroz siguiendo las instrucciones del fabricante. Procura no sobre cocinar el arroz. Deja que el arroz se enfrié a temperatura ambiente y desmenuza las boas de arroz que se hayan formado.
Ahora procede a hacer una pasta de ajo y jengibre. Para ello pela los ajos y tritúralos en el mortero. Reserva un diente de ajo triturado. Igualmente, pela la cebolla y córtala en cuadritos (Reserva).
Pela el jengibre y rállalo; luego mezcla bien con los ajos triturados.
Corta la pechuga de pollo y el jamón en cuadros de máximo dos centímetros.
Coloca los cubos de pollo en un bol y sazónalos con la pasta de ajo y jengibre, la sal, el ajinomoto, el azúcar y una cucharada de salsa de soya. Deja el pollo marinando por unos minutos.
Mientras tanto, abre los huevos y bátelos. Inmediatamente pon una cucharadita de aceite en un sartén antiadherente a fuego medio alto.
Coloca los huevos batidos sobre la sartén, y muévela de lado a lado de modo que los huevos batidos se distribuyan uniformemente sobre el sartén. Cocínalos unos tres minutos por cada lado. Cuando la tortilla este fría, córtala en cuadritos. Reserva.
En la misma sartén sofríe los cuadritos de pollo hasta que estén doraditos.
Pon una olla grande a fuego medio alto. Vierte el aceite dentro de la olla, y cuando empiece a burbujear, incorpora la cebolla en cuadritos y el diente de ajo que tenías reservado.
Añade el arroz cocido y la salsa de soya restante. Revuelve hasta que el arroz se impregne de aceite y soya.
Por último, agrega los trocitos de pollo, el jamón, la tortilla en cuadritos y el cebollín finamente picado. Saltea por unos minutos más y listo.
Pruébalo, si lo consideras agrega un poco más de salsa de soya.
